lunes, 14 de enero de 2008

Sobre peces dulceaquícolas mexicanos

Al igual que en los demás grupos de seres vivos, la ubicación de México entre dos provincias biogeográficas importantes (Neártica y Neotropical), la compleja topografía y una historia geológica complicada han dotado a nuestro territorio de una ictiofauna dulceaquícola relevante. Podemos anotar que nuestro país recibe una precipitación pluvial media anual de 777 mm, lo que equvale a 1 billón 570 mil millones de metros cúbicos (OJO, en español, en medida inglesa equivaldría a 1 trillón 570 .... etc) que se van a distribuir de manera súmamente inequitativa tanto espacial como temporalmente, lo que nos va a dar como resultado más de 300 cuencas hidrográficas, la mayoría de las cuales van a ser temporales.
Nuestra ictiofauna dulceaquícola es súmamente rica y diversa, baste decir que los EEUU y Canadá juntos albergan 790 especies de peces de agua dulce, nosotros, en un territorio diez veces menor contamos con más de 500, que equivale al 60% de las spp de Norteamérica o al 6% mundial, más de la tercera parte de estas van a ser especies exclusivas a nuestro territorio (endémicas), y el número de registros, aunque de manera muy lenta se sigue incrementando año con año (en el 2007 se describieron al menos 4 nuevas especies para México).
Las regiones de mayor importancia ictiofaunística son la cuenca del Tunal con el mayor número de endemismos (62%), La del Río Lerma-Santiago (57 spp, 58% endémicas) y otras como la cuenca del Usumacinta en nuestra frontera sur y las cuancas del Pánuco, Balsas, Papaloapan, Coatzacoalcos y Ameca.
Es de destacar que este grupo es probablemente el más afectado por la presencia humana de todos los grupos de vertebrados de nuestro territorio, baste mencionar que la cuenca del Río Lerma, quizás la más importante de nuestro país es también la más contaminada. Asimismo, es imposible saber con certeza cuantas especies han desaparecido ya que son pocos los estudios en este campo que se han hecho en el país y en muchos casos solo se cuenta con un único registro de varias especies que no se han vuelto a ver.
Dada la topografía de nuestro país y que a diferencia de nuestros vecinos de norteamérica no contamos con grandes lagos como el lago Michigan o el Lago superior y que con pocas excepciones los ríos de nuestro territorio cuantan con escaso caudal, la mayoría de los peces dulceaquícolas de México van a ser de tamaño reducido, de unos pocos centímetros. Pese a esto, contamos con un puñado de peces que resultan depredadores de interés, varios son visitantes marinos que se internan en nuestros ríos y lagunas y otros que no por ser pequeños son menos interesantes.